El proyecto “1+1. Reflexión en lo íntimo” pretende abordar el tema de las relaciones de pareja, partiendo de un estudio teórico para llevar a cabo posteriormente una instalación audiovisual en la que se refleje dicho estudio. Nace de una necesidad de cuestionar nuestros hábitos sociales, de encontrar respuestas a preguntas como: ¿qué son las relaciones de pareja hoy en día?, ¿cómo y por qué se conforman en la sociedad actual?, ¿existe realmente igualdad dentro de la pareja actual?, ¿qué espacio queda para los intereses propios en una relación de dos? Cabe destacar que el estudio se realizará únicamente en base a relaciones de parejas jóvenes, heterosexuales y europeas.
Concluida esta primera fase de documentación y teorización, el proyecto se centrará en dar respuestas visuales a los conceptos asimilados durante esta primera etapa. Así, se plantea una instalación audiovisual, compuesta por tres proyecciones en una estancia cuadrangular a la que le falta la cuarta pared. Cada una de las proyecciones ocuparía, pues, una pared de la estancia. Al introducirse en el espacio, el espectador se encuentra con la imagen proyectada de un hombre a mano izquierda, y de una mujer a mano derecha. Ambas son imágenes en movimiento, dos vídeos que muestran al hombre y a la mujer, por separado, en un espacio blanco, neutro, y que se centran en los leves movimientos que ambos realizan. Así pues, los dos protagonistas ejecutan una serie de movimientos dentro de su propia pared, el hombre a la izquierda y la mujer a la derecha, como si de su propio espacio vital se tratase. Sin embargo, una tercera proyección se situaría en la pared frontal, la que se encuentra entre ambos. Tanto el personaje masculino como el femenino pueden abandonar momentáneamente su espacio para introducirse en esa área intermedia; un espacio compartido, de los dos.
La intención es conectar metafóricamente el comportamiento de los protagonistas del vídeo con el comportamiento de cualquier pareja joven, heterosexual y europea. En ese sentido, los movimientos de los personajes, su situación en el espacio, la relación que existe entre ambos cuerpos,… todo ello pretende responder y reflejar nuestros propios comportamientos cuando convivimos en pareja.
Concluida esta primera fase de documentación y teorización, el proyecto se centrará en dar respuestas visuales a los conceptos asimilados durante esta primera etapa. Así, se plantea una instalación audiovisual, compuesta por tres proyecciones en una estancia cuadrangular a la que le falta la cuarta pared. Cada una de las proyecciones ocuparía, pues, una pared de la estancia. Al introducirse en el espacio, el espectador se encuentra con la imagen proyectada de un hombre a mano izquierda, y de una mujer a mano derecha. Ambas son imágenes en movimiento, dos vídeos que muestran al hombre y a la mujer, por separado, en un espacio blanco, neutro, y que se centran en los leves movimientos que ambos realizan. Así pues, los dos protagonistas ejecutan una serie de movimientos dentro de su propia pared, el hombre a la izquierda y la mujer a la derecha, como si de su propio espacio vital se tratase. Sin embargo, una tercera proyección se situaría en la pared frontal, la que se encuentra entre ambos. Tanto el personaje masculino como el femenino pueden abandonar momentáneamente su espacio para introducirse en esa área intermedia; un espacio compartido, de los dos.
La intención es conectar metafóricamente el comportamiento de los protagonistas del vídeo con el comportamiento de cualquier pareja joven, heterosexual y europea. En ese sentido, los movimientos de los personajes, su situación en el espacio, la relación que existe entre ambos cuerpos,… todo ello pretende responder y reflejar nuestros propios comportamientos cuando convivimos en pareja.
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